- Fecha de la última modificación: 13 de septiembre de 2017
Prevención de úlceras por presión y heridas
Autor: Dr Manuel Bea.
Fecha de edición: enero, 2017.
Si habéis leído el apartado de "conocimientos básicos sobre la piel" ya sabréis lo que son las úlceras por presión y que graves complicaciones pueden provocar. Cuando sufrimos una quemadura o descubrimos una úlcera, ya es tarde. Si queremos evitar que aparezcan estas lesiones, tenemos que adelantarnos y aprender bien cómo prevenirlas.
En este apartado vamos a repasar todo lo que debéis saber para prevenir las lesiones en la piel tras una lesión medular. Pueden parecer muchas cosas, pero hay que estar vigilante, tener mucho cuidado e integrar estos consejos como una cosa más de vuestra vida, como lavarse los dientes o asearse. El riesgo de padecer úlceras por presión se mantiene toda la vida de las personas con lesión medular. Si no te cuidas y proteges tu piel, las úlceras por presión aparecerán.
Por tanto, ¡mucha atención con las siguientes recomendaciones!
Al final del apartado podréis repasar los mensajes más importantes, las cosas que tenéis que recordar. También podréis comprobar vuestros conocimientos con unas preguntas sencillas para repasar lo que habéis aprendido.
¿Cómo puedo proteger mi piel y prevenir heridas y úlceras por presión?
Para prevenir las lesiones en la piel hemos de seguir estas instrucciones:
- Mantener una buena higiene.
- Revisar la piel todos los días.
- Cambiar de postura y disminuir la presión en las zonas de apoyo con regularidad, tanto sentados como acostados.
- Usar colchones o cojines adecuados.
- Mantener una buena nutrición e hidratación.
- Usar ropa y calzado adecuados.
- Mantener un estilo de vida saludable.
- Evitar otras lesiones en la piel, como golpes y quemaduras.
¿Cómo se mantiene una buena higiene en la piel?
- Bañaros u ducharos a diario con un jabón suave y agua tibia. El agua muy caliente reseca la piel y puede quemaros.
- Debéis secaros bien pero con suavidad y evitar que la piel quede húmeda.
- Vigilad la limpieza de la zona genital y de los pliegues de la piel: las axilas, debajo de los pechos en las mujeres o entre los dedos de los pies.
- Lavaros y cambiaros de ropa inmediatamente tras sufrir un escape de orina o de heces.
- Evitad los polvos de talco y las lociones con alcohol, que resecan la piel. Una crema hidratante suave cuida mejor la piel.
¿Cómo debo revisar mi piel?
- Debéis revisar vuestra piel dos veces al día, por la mañana y por la noche. Podéis aprovechar la ducha o higiene diaria para hacer la revisión.
- Vigilad bien las zonas en las que con más frecuencia aparecen úlceras: la zona isquiática, los trocánteres, el sacro y los talones.
- Buscad en la piel zonas enrojecidas, heridas, cortes, rasguños o moratones. Debéis comprobar también si hay alguna zona caliente, inflamada o dolorosa (si conserváis la sensibilidad).
- Las zonas enrojecidas deben desaparecer al eliminar el apoyo en unos 30 minutos. Si no desaparecen, ¡Atención! Puede ser una úlcera de primer grado. Otra forma de comprobar la gravedad de la lesión es comprobar si la zona roja se "blanquea" al presionarla con un dedo. Si es una rojez transitoria, al apretarla con suavidad con un dedo, la piel se vuelve blanca. Eso quiera decir que los vasos sanguíneos funcionan bien. Si es una úlcera grado I, al apretarla no cambia de color. Eso quiere decir que los vasos sanguíneos de la zona están afectados y que es una lesión verdadera.
- Si tenéis dificultad para ver algunas zonas de vuestro cuerpo podéis usar un espejo de mango largo.
- Si no podéis hacer la revisión vosotros mismos, deberéis contar con alguien que os ayude y sepa también cómo hay que revisar la piel.
¿Cómo puedo cambiar de postura en la cama?
Hay que cambiar de postura en la cama a intervalos regulares de tiempo para que la sangre de las zonas de apoyo vuelva a circular con normalidad y no se produzcan lesiones por presión.
Las posturas que podemos adoptar son: boca arriba, boca abajo o de lado, derecho o izquierdo. Podéis verlo en la figura.
El tiempo que se puede estar en la misma postura puede variar entre 2 y 8 horas, dependiendo entre otras cosas del peso, del tipo de colchón y de la tolerancia de la piel de cada persona. Un poco más adelante encontrareis información sobre cómo conocer la tolerancia de la piel de cada uno. Además, si el riesgo de sufrir lesiones por presión es alto, se pueden usar colchones especiales, de los que también hablaremos más adelante.
Si no podéis cambiaros de postura vosotros mismos, necesitareis la ayuda de alguna persona. También podéis usar alguna alarma o despertador para que los cambios posturales se realicen en el momento adecuado.
Para mantener mejor la postura podéis usar almohadas, cojines o cuñas de espuma. De esa forma se evita la presión sobre las zonas de mayor riesgo. Por ejemplo, al estar boca arriba los talones se deben separar de la cama, como en las figuras.
Cuando os pongáis de lado, hay que evitar el apoyo excesivo sobre la cadera (trocánteres) y que las rodillas y los tobillos se toquen entre sí. Para ello, el tronco se inclina hacia la derecha o a la izquierda unos 30º, apoyado en almohadas. Debéis colocar otra almohada entre las piernas, para separar las rodillas y los tobillos, como en la figura inferior.
Si toleráis la postura boca abajo, hay que evitar la presión en la cadera, las rodillas y los dedos de los pies. Para ello se colocan almohadas en el abdomen, los muslos y las piernas, como en la figura inferior.
Si tenéis una cama articulada no debéis pasar más de 30 minutos sentados en la cama y nunca con una elevación mayor de 30º. Esa postura, sentado en la cama, provoca serias lesiones por presión en el sacro.
¿Cuáles son los colchones adecuados para prevenir las úlceras por presión?
Un colchón adecuado nos va a ayudar a que la presión de nuestro cuerpo se distribuya mejor y estemos más cómodos y protegidos frente a las úlceras por presión.
Hay que recordar que un colchón especial, por bueno que sea, no elimina del todo el riesgo de sufrir úlceras. Por tanto, aunque usemos un colchón especial, debemos seguir vigilando la piel y cambiando de postura como hemos explicado, sin descuidaros.
Tampoco hay un colchón que sirva para todo el mundo, ni que sirva para siempre. La elección dependerá del riesgo que tenga cada persona para sufrir una úlcera: gravedad de la lesión medular, peso, posibilidad de cambiar de postura, enfermedades o presencia de úlceras entre otros factores.
Además de proteger vuestra piel, el tipo de colchón influye también en vuestra facilidad para moveros y transferir de la cama.
Hay dos tipos de colchones:
- Estáticos: Son de diversos materiales, como espumas especiales, agua, gel, aire o materiales viscoelásticos. Se utilizan cuando la persona tiene un riesgo bajo o moderado de sufrir úlceras por presión y puede hacer cambios posturales, por si solo o con asistencia.
- Dinámicos: Son colchones especiales de aire, con un motor que va cambiando y alternando la presión por ciclos en distintas zonas del colchón. Se utilizan en personas con riesgo alto de sufrir úlceras, que ya tienen úlceras en varias zonas del cuerpo o que no toleran cambios posturales.
¿Como puedo saber la tolerancia de mi piel a las úlceras por presión?
La tolerancia de la piel es el tiempo que puedes estar en la misma postura sin que aparezca una lesión grado I en la zona de apoyo. Cada persona tiene una tolerancia distinta. Hay quien necesita cambios de postura más frecuentes que otros. Depende entre otros factores del peso, de la movilidad que tengas y del estado de salud. También depende del colchón sobre el que descanses.
En las fases iniciales de la rehabilitación tras la lesión, los cambios de postura los realiza el personal del hospital cada 2-4 horas. Las posturas que se van alternando son boca arriba, de lado hacia la derecha y de lado hacia la izquierda. También se puede probar a dormir boca abajo. Algunas personas lo toleran bien y así permite una postura más para ir alternando. Poco a poco se puede probar si el tiempo que pasas en cada postura se puede aumentar.
Siempre tenéis que seguir las recomendaciones del personal de Rehabilitación que os atiende, pero en general, podéis probar vuestra tolerancia siguiendo estos pasos:
- Iniciad la valoración de la tolerancia con el tiempo y los cambios de postura que os recomienden. Por ejemplo, podría ser 4 horas boca arriba, 2 horas de lado derecho y otras 2 de lado izquierdo.
- Comprobad después de cada cambio si la piel tiene una rojez que no desaparece a los 30 minutos. Si no la hay, podéis aumentar el tiempo de apoyo 30 minutos más cada día. Así podéis poco a poco conseguir estar hasta 6 u 8 horas en la misma postura sin tener que cambiar. Debéis tener presente que todas las zonas no tienen la misma tolerancia. Por ejemplo, boca arriba o boca abajo podríais estar 6 horas y apoyados de lado solo 4 horas.
- Si por el contrario, aparece en la zona de apoyo una rojez que no desaparece, esa zona no puede volver a apoyar hasta que no desaparezca por completo. Tendríais que alternar las otras posturas. Cuando la rojez haya desaparecido, podéis volver a apoyar pero disminuyendo al menos una hora respecto del tiempo que os apoyabais cuando apareció la lesión. Por ejemplo, si estabais apoyados 3 horas cuando apareció la lesión, tendréis que volver a probar sólo 2 horas e ir aumentando poco a poco, vigilando por si aparece de nuevo la lesión.
Todo esto puede parecer un poco largo y difícil, pero imaginaros los beneficios: poder pasar una noche entera sin despertarse para cambiar de postura ni despertar a nadie para que os ayude.
También es muy importante recordar que la tolerancia de la piel a la presión no es siempre igual. Simplemente el hecho de envejecer hace que la piel pierda resistencia. También si ganáis o perdéis peso, si tenéis fiebre o estáis enfermos o si cambiáis de colchón, debéis comprobar la tolerancia de vuestra piel y cambiar de postura con más frecuencia si fuera necesario.
¿Cómo puedo cambiar de postura en la silla de ruedas?
En la silla de ruedas el apoyo está muy localizado en la zona isquiática. Por eso hay que disminuir el apoyo en esa zona con mucha frecuencia.
Se recomienda liberar de presión la zona de apoyo cada 15-30 minutos, durante unos 2 minutos. Estudios recientes indican que en menos tiempo no se recupera bien la circulación de la sangre en la zona de apoyo.
Hay varias posturas para liberar de presión en la silla de ruedas. Durante el periodo de rehabilitación los fisioterapeutas o los terapeutas ocupacionales os enseñarán las más adecuadas para vosotros. Algunos podréis hacerlas sin ayuda. Otros necesitaréis que alguien os ayude. Podéis elegir unas u otras según vuestras preferencias o necesidad de ayuda.
- Pulsión: Es la maniobra más conocida, pero también la más difícil. Consiste en extender los brazos y levantar las nalgas para que no se apoyen en la silla. Solo la pueden realizar lesionados C7 o inferiores, y necesitas mucha fuerza en los brazos para realizarla. Además, tiene dos problemas: por un lado, es muy difícil mantener esa postura durante 2 minutos. Por otro, sobrecarga los hombros y puede acabar lastimándolos.
- Lateralización: Consiste en inclinar por completo el tronco, primero hacia un lado y después hacia el otro. Podemos retirar el reposabrazos del lado hacia el que nos inclinemos para liberar correctamente la presión.
- Flexión anterior: Hay que flexionar el tronco hasta tocar las rodillas con el pecho.
- Báscula posterior de la silla de ruedas: La suele realizar un asistente. También se puede apoyar la silla contra una pared, recordando siempre frenar las ruedas.
- Cambios posturales en sillas con motor: Las sillas con motor pueden facilitar los cambios posturales al bascular el asiento (entre 30 y 65º) o reclinar el respaldo. Esto es útil sobre todo en las personas que no pueden cambiar de postura por si mismas.
- Cuando estéis fuera de casa podéis hacer unas posturas adaptadas, para no llamar la atención. Por ejemplo, cruzar las piernas o inclinaros hacia un lado o hacia delante.
También podéis hacer como si os arregláis el pantalón o los zapatos para disimular una flexión del tronco hacia delante.
¿Cuáles son los cojines adecuados para prevenir las úlceras por presión?
Siempre que estéis sentados en la silla de ruedas debéis llevar un cojín para prevenir las úlceras por presión en la zona isquiática. Los distintos cojines ofrecen distinta protección según el material y el diseño de cada uno.
NUNCA debéis usar un cojín tipo flotador o donut. No distribuyen bien la presión y no son adecuados.
No existe un cojín perfecto para todas las personas ni que sirva para siempre. El equipo de Rehabilitación te recomendará el más adecuado para ti en cada momento. En algunos centros miden la presión en las zonas de apoyo para hacer una prescripción más correcta.
Hay cojines de diversos materiales y todos tienen sus ventajas e inconvenientes.
Cojín de espuma:
- Ventajas: Es un material ligero, barato y disponible en distintas densidades y formas.
- Inconvenientes: Se desgastan con facilidad. Son difíciles de lavar. Pueden dar calor. En clima frío se endurecen. Hay que cambiarlos cuando la espuma se hace más blanda, cambia de color o se deforma demasiado con nuestro peso.
Cojín de flotación (agua, gel):
- Ventajas: Son fáciles de limpiar. Protegen bien de la presión. No dan calor.
- Inconvenientes: Pueden ser pesados y son más caros que los de espuma. Hay que cambiarlo cuando notemos que el gel ha perdido su densidad y es más líquido.
Cojín de aire:
- Ventajas: Son ligeros y fáciles de lavar. Ofrecen buena protección frente a la presión. Al ser de aire, su presión de inflado ha de ser adecuada. Un método sencillo consiste en poner nuestra mano bajo el isquion y comprobar que no llega a tocar el asiento.
- Inconvenientes: Son caros. Pueden dificultar el equilibrio y la postura en la silla de ruedas. Hay que comprobar la presión del aire con frecuencia. Se pueden pinchar. Pueden ser difíciles de reparar. Hay que cambiarlos cuando sufren un pinchazo o fuga que resulta difícil de reparar.
Combinación de materiales:
Combinan varios materiales, como gel, espuma o aire, para dar mayor protección.
- Ventajas: Personalizados, ofrecen una protección alta frente a la presión.
- Inconvenientes: Son caros. Pueden ser pesados. Si una parte del cojín es de aire, puede pincharse.
Cojines de presión alterna:
Son cojines de aire que usan una bomba que cambia y alterna la presión en las distintas secciones del cojín.
- Ventajas: Protección alta frente a la presión.
- Inconvenientes: Son caros. Funcionan con una batería que debe cargarse. Mantenimiento costoso.
¿Cómo se mantiene una buena nutrición e hidratación?
Una dieta adecuada proporciona al cuerpo energía y mantiene la masa muscular y la grasa adecuadas para proteger la piel. También facilita que mantengamos un peso correcto.
Debéis incluir en la dieta alimentos variados, como carnes, pescados, huevos, productos lácteos, vegetales, legumbres, cereales y frutas.
También debéis hidrataros bien bebiendo todos los días al menos 1,5 litros de agua. No debéis abusar del café ni del alcohol.
Si necesitáis más información podéis consultar con vuestro médico o con un nutricionista para que os aconseje una dieta correcta.
¿Qué ropa y calzado debo usar para prevenir úlceras por presión?
La ropa y el calzado también pueden favorecer la aparición de lesiones en la piel si no se tienen unos cuidados mínimos.
Recordad estas recomendaciones cuando os vistáis o compréis ropa nueva:
- La ropa no debe ser ni muy ajustada (que apriete) ni muy suelta (que haga demasiadas arrugas).
- La ropa interior tampoco debe ser muy ajustada.
- Se deben evitar prendas con costuras gruesas, cremalleras y botones en las zonas de apoyo. A veces es recomendable eliminar los bolsillos posteriores de los pantalones.
- Evitad que la ropa esté arrugada en la zona de apoyo.
- Evitad llevar objetos (monedas, llaves, el teléfono) en los bolsillos del pantalón.
El calzado protege el pie de golpes y quemaduras pero también puede causar problemas. Recordad respecto al calzado...
- Usad una talla mayor respecto a vuestra talla habitual. Los pies tienden a hincharse en la silla de ruedas.
- Revisad el calzado y los calcetines para que no tengan pliegues ni zonas mal ajustadas. Comprobad también que los dedos entren bien en el zapato y no se queden doblados.
- Cuando uséis zapatos nuevos, probadlos durante poco tiempo y comprobad que no os rozan. Id aumentando el tiempo de uso poco a poco.
¿Cómo puedo mantener un estilo de vida saludable?
Mantener una vida saludable significa seguir unos cuidados de nuestra salud que nos favorecen y evitar los que nos perjudican. Si cuidamos nuestra salud, también cuidamos nuestra piel.
Las siguientes recomendaciones favorecen un estilo de vida saludable:
- Haz ejercicio con regularidad. El ejercicio fortalece los músculos, favorece la circulación y oxigenación de la sangre y mejora el estado de ánimo. Pide a tu equipo de Rehabilitación que te recomiende ejercicios adecuados a tu tipo de lesión.
- Evita pasar muchas horas en la cama. Estar activo, sentarse en la silla de ruedas y cambiar de postura evita las lesiones por presión.
- Controla tu peso. Si engordas demasiado, la presión sobre la piel aumenta. Si adelgazas demasiado, pierdes masa muscular y grasa que protegen la piel. Mantén un peso adecuado y consulta al médico si no puedes controlar tu peso.
- Si fumas, deja de fumar. El tabaco empeora la circulación de la sangre y puede afectar a la piel.
- No abuses del alcohol ni de las drogas. El alcohol y las drogas te hacen perder el control. Si te descuidas y se te olvida vigilar tu piel, las lesiones aparecerán enseguida.
¿Cómo puedo evitar otras lesiones en la piel?
Además de la presión y el roce hay otras causas que pueden producir lesiones en la piel de las personas con lesión medular. Las más frecuentes son las quemaduras, las congelaciones y los traumatismos. Estas heridas pueden producir similares problemas que las úlceras por presión. Por eso hay que estar también vigilantes para evitarlas.
Para prevenir quemaduras debéis recordar:
- No acercaros demasiado a chimeneas u hogueras.
- No llevéis objetos calientes apoyados en las piernas. Podéis quemaros con tazas o platos calientes o con el ordenador portátil. Protegeros siempre con una bandeja.
- Mucho cuidado con...
- el agua de la ducha. Comprobar su temperatura con las zonas de vuestro cuerpo con sensibilidad conservada.
- las estufas, radiadores o con las tuberías de la calefacción.
- las quemaduras de cigarrillos, puros o pipas.
- las bolsas de agua caliente, mantas eléctricas y con los secadores.
- la exposición al sol. Usad crema de protección solar y buscad la sombra.
Para prevenir las congelaciones debéis abrigaros bien, sobre todo los pies y las manos. En un clima frío las congelaciones pueden ser frecuentes dada la mala circulación de la sangre y la falta de sensibilidad.
Los golpes, caídas y traumatismos también son frecuentes. Al hacer una transferencia o chocar con la silla podemos caer y provocarnos lesiones graves. Por tanto, para prevenir los traumatismos, recordad:
- Realizad transferencias seguras, evitando arrastraros o golpearos.
- Si necesitáis ayuda en las transferencias, aseguraros de que la persona que os ayuda sabe bien cómo hacerlo.
- Usad un cinturón o arnés en la silla de ruedas si no tenéis buen equilibrio y os podéis caer al chocar con cualquier obstáculo.
Mensajes importantes para recordar
- La prevención de las úlceras por presión es el más importante de los cuidados de la piel de las personas con lesión medular. Cuando ya tenemos la herida, llegamos tarde.
- Debéis conocer bien las pautas para prevenir lesiones en la piel. Vuestros cuidados y el de las personas que os ayudan son esenciales para que las úlceras no aparezcan.
- Debéis tener una buena higiene, revisar la piel dos veces al día, cambiar las zonas de apoyo con regularidad y tener un cojín o colchón adecuado.
- La resistencia de vuestra piel no siempre es igual. Si estáis enfermos, tenéis fiebre, engordáis o adelgazáis, debéis aumentar vuestros cuidados sobre la piel y cambiar de postura con más frecuencia.
- Mantened en buen estado vuestro cojín y colchón. Si tenéis un cojín de aire y se pincha con frecuencia, cambiadlo.