• Fecha de la última modificación: 28 de septiembre de 2017

Cuidados del intestino neurógeno

Hablar del intestino es difícil. A veces no sabemos ni cómo referirnos a estas cuestiones y menos con los médicos. No podemos usar palabras que suenan mal, como "cagar" u otras mucho peores. Si queremos ser más finos, hablar de "hacer caca" suena demasiado cursi o infantil. Por tanto, a partir de ahora vamos a llamarlo "defecar", "deposición" , "evacuación" o "ir al váter" que son expresiones que se entienden bien y no ofenden a nadie.

Los problemas para ir al váter tras la lesión medular son muy variados. Algunos podéis tener miedo a salir a la calle por si se os escapa en cualquier sitio. Otros podéis pasar más de una hora en el váter para poder defecar. Todo ello afecta y cambia vuestras vidas. Incluso, a veces hay que ir al hospital porque hace días que no vais al váter y os encontráis realmente mal, incluso con una crisis de disreflexia.

En esta sección vais a poder repasar los cuidados de vuestro intestino, para que funcione bien y altere lo menos posible vuestras vidas. También podréis conocer qué problemas os puede dar el intestino y cómo resolverlos.

Esta sección tiene cinco apartados:

  • Conocimientos básicos. Recordaremos qué es el intestino neurógeno y los tipos de intestino neurógeno que existen. También aprenderemos cuáles son las recomendaciones básicas para su cuidado.
  • Cuidados en el intestino neurógeno reflejo. Este tipo de intestino neurógeno se produce en las lesiones cervicales y dorsales. Seguid las recomendaciones que encontraréis en este apartado para que vuestro intestino funcione bien.
  • Cuidados en el intestino neurógeno arrefléxico. Este tipo de intestino neurógeno se produce en las lesiones de cono medular y de cola de caballo. Seguid las recomendaciones que encontraréis en este apartado para que vuestro intestino funcione bien.
  • Complicaciones del intestino neurógeno. Cuando el intestino no funciona bien, surgen los problemas. En este apartado encontraréis cómo prevenir y solucionar las complicaciones que pueden aparecer.
  • Bibliografía. Son las referencias en las que me he basado para escribir esta sección. Aunque casi toda la información está en inglés y el contenido va dirigido a personal sanitario, hay alguna referencia de información divulgativa y en español. Algunos documentos incluyen la dirección para descargarlos de internet, por si alguien quiere ampliar sus conocimientos.